jueves, 13 de diciembre de 2018

Sistema radicular de Pitaya (Hylocereus spp)


El sistema radicular subterráneo de la Pitaya (Hylocereus spp) está compuesto por dos o más raíces gruesas y fibrosas que fijan la planta al sustrato. De estas, surgen las raíces secundarias que crecen y se ramifican hasta alcanzar longitudes de más de cuatro metros desde la base del cladodio.
La extensión de las raíces es debido a la competencia de nutrientes y agua que se produce al crecer sobre otro árbol (árbol base o forófito), que posee un sistema radicular muy extenso y asentado al terreno. 
Para captar los minerales y el agua necesaria para su ciclo vital, las raíces se desarrollan en las capas del suelo donde encuentran gran cantidad de materia orgánica (MO) en descomposición; generalmente las capas más superficiales del suelo, debido a la MO que cae de los árboles (hojas, frutas, ramas, heces de animales, etc). 

Imagen 1. Desarrollo radicular de Pitaya en capa superficial de MO.

Las capas superiores se renuevan cada año. De esta manera, la Pitaya no entra en competencia con las raíces profundas del árbol base, capta los minerales de la descomposición, y se beneficia de la protección que aportan los microorganismos descomponedores, impidiendo que las raíces sean afectadas por microorganismos patógenos.

La asfixia radicular es uno de los principales problemas que surge en el cultivo de la Pitaya, ya que en las capas de MO el drenaje es excelente y su metabolismo no necesita grandes cantidades de agua.
Como mecanismo de respuesta ante el encharcamiento del sustrato, la Pitaya acumula agua en sus vacuolas, pudiendo verse la hinchazón del cladodio tras una temporada de lluvias o riego.

Imagen 2. Cladodio en época seca (izquierda), cladodio en época lluviosa o riego (derecha).

En época de pocas lluvias cuando el suelo se seca, las raíces secundarias mueren por falta de agua y las principales se recubren de una capa de corcho llamada peridermis. Al comienzo de las lluvias, la peridermis se desprende y comienzan a crecer raíces secundarias para absorber el agua que ha perdido en la época seca.

Las necesidades hídricas de la Pitaya depende de la variedad, el estado fenológico y las dimensiones de la planta entre otros aspectos. Requiriendo aportes de agua desde 700 a 1200mm por ciclo de cultivo.

Por otra parte, el cultivo requiere de unas condiciones edafológicas concretas para su crecimiento. La capa de MO donde se desarrolla consta de grandes cantidades de minerales y un pH de 6-7. Estudios realizado para este cultivo dan como resultado la tolerancia a la salinidad sulfato-clorhídrica, media tolerancia al sodio y buen crecimiento en pH 5-8, con óptimo en pH 5.5-6
El nitrógeno, fósforo, potasio y calcio fueron los minerales más demandados por el cultivo, reflejo de la presencia de estos minerales en las capas de MO donde la Pitaya crece de forma natural.

Finalmente, para un buen cultivo de Pitaya es necesario; 
  • Suelo franco-arenoso o franco-arcilloso bien drenado que impida el encharcamiento.
  • Gran cantidad de MO que aporte minerales y regule el pH.
  • Bajas concentraciones de sodio.
  • Precipitaciones de 700-1200mm/año.
  • Época seca para renovar el sistema radicular si llegara a ser necesario. (Se llevará a cabo tras la poda para reducir el estrés hídrico).


Bibliografía:

  • Evaluación de métodos de propagación en Pitahaya amarilla Selenicereus megalanthus y Pitahaya roja. Suárez, R.
  • Introducción al cultivo de Pitaya en Tenerife. 
  • Pitayas y Pitahayas recursos agrícolas en el Valle de Tehuacán Puebla. Bárcenas y Jiménez.
  • Respuesta de tres materiales del género Hylocereus a la salinidad sulfático-clorhídrica. Bárcenas et al.
  • Tecnología para el manejo de Pitaya amarilla Selenicereus megalanthus. Moran.

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